Febrero 2023
Economic & Market Update
Key Takeaway
Solidos datos económicos y de empleo dificultan la batalla contra la inflación e incrementan la incertidumbre sobre el nivel máximo de tasas de interés.
Después de un sólido comienzo de año ayudado por la caída de la inflación y las esperanzas de un final para el ciclo de ajuste monetario mundial, los robustos datos económicos y de empleo de la economía americana hacen prever que la inflación tardará más en llegar a los objetivos de los bancos centrales. Por consecuencia, durante el mes de febrero nuevamente aumentaron las tasas de interés afectando a los mercados tanto de deuda como de renta variable.
Los índices S&P 500, Dow Jones 30 e IPC se ajustaron -2.61%, -4.19% y -3.31%, respectivamente durante el mes. De igual manera, los mercados de deuda sufrieron caídas generalizadas por consecuencia del aumento de tasas, siendo los índices de bonos agregados y bonos corporativos grado de inversión los que tuvieron peor desempeño, bajando -2.59% y -3.18%, respectivamente, borrando casi en su totalidad los rendimientos del mes de enero.
Hacia adelante, esperamos continue la volatilidad ocasionada por la incertidumbre actual sobre la trayectoria de la inflación. Una baja más acelerada hacia los objetivos de inflación sería un catalizador positivo para los mercados, mientras que una inflación más resiliente mantendría a estos en una tendencia incierta. Si bien aún existen riesgos, el nivel actual de valuaciones en comparación con principios de 2022 posiciona a los mercados en una situación menos vulnerable a los contratiempos de este 2023.
Por su parte, las economías Europeas al igual que los mercados de esa zona han mostrado fortaleza ante los daños ocasionados por la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual cumplió un año el pasado 24 de febrero aún sin señales de una resolución al conflicto.
Finalmente, en el mercado local, el super peso se ha apreciado más de 6% en lo que va del año vs. el dólar, alcanzando niveles no vistos desde 2018. Dicha fortaleza se debe a un excedente de dólares en la economía mexicana, causado en parte por un déficit moderado en cuenta corriente, atractivas tasas de la deuda soberana, niveles récord de remesas e inversiones extranjeras por USD 38B que por sí solas triplican dicho déficit.