Regresó el nerviosismo a los mercados de deuda y capitales durante el mes de Agosto. Los principales índices fueron afectados por expectativas de políticas monetarias más restrictivas y duraderas. Mientas la mayor parte de los inversionistas esperaban un discurso acomodaticio durante la reunión anual de Jackson Hole, Jerome Powell sorprendió a los mercados con una postura firme para detener la inflación sin importar las consecuencias económicas que esto pudiese tener.

Y si bien la inflación general en Estados Unidos reflejó un posible punto de inflexión al bajar de 9.1% a 8.5% en su última lectura, no fue así el caso para la inflación subyacente que siguió presionada en buena medida por el incremento de salarios y que se espera presente una mejora muy gradual hacia el objetivo de 2% de la FED.

Lo anterior resultó en que el S&P 500, Nasdaq e IPC se ajustaran -4.24%, -4.64% y -6.70%, respectivamente durante el mes, niveles cercanos a los mínimos del año. De igual manera, los mercados de deuda sufrieron caídas generalizadas como consecuencia del aumento de tasas, siendo el caso del índice de bonos corporativos americanos que sufrió una baja de -2.93% en el mes.

Por su parte, las economías Europeas presentan un panorama complejo de estancamiento e inflación. Las condiciones económicas y geopolíticas se siguen deteriorado en la región principalmente por la falta de una resolución al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Por un lado, la crisis energética se ha intensificado con un nuevo cierre del gasoducto Nord Stream 1, lo que provocó un fuerte incremento en el precio del gas natural. Por el otro, las sequías de los principales ríos, por ejemplo el Rin, complican el transporte de materias primas afectando su oferta y en consecuencia la inflación. Lo anterior deja a los países del bloque al borde de una recesión y vulnerables para enfrentar el invierno.

Finalmente y a raíz de la nueva baja en los mercados, el Comité de Inversión evalúa niveles de entrada para incrementar posiciones tanto en la Renta Variable como en la Renta Fija. Pensamos que niveles de 3,800 para el S&P 500 y una tasa del bono americano a 10 años de alrededor de 3.5%, serian atractivos dada la coyuntura de riesgo actual.